El Perú tiene sus títulos de nobleza petrolífera, pues cuando el mundo sólo conocía entre los numerosos componentes de esa compleja sustancia natural, el único estable y utilizable entonces esto es antes del siglo XX -la brea o asfalto-, ya nuestro suelo era explotado en cierta escala; y en los tiempos modernos, en los que el petróleo marca una nueva era que se inicia a partir de mediados del siglo XIX, en 1823, antes que ningún otro país de Hispano-América, se hizo la primera perforación en búsqueda de petróleo en el Norte del Perú, poco después del primer pozo que se perforó en el mundo; el que el Coronel Drake hizo en Titusville (Pennsylvania) en el año 1859.

Desde tiempo inmemorial se extrajo brea en diversos lugares del Perú; la Breita y la Brea en el Departamento de Piura, Lobos de Tierra (Departamento de Lambayeque), la Brea de Chumpi y otros en los Departamento de Junín y Puno; el más importante de todos estos depósitos es el de La Brea, situado a 18 kilómetros al Este de Negritos y al pie de los cerros de los Amotapes en el que se acumularon grandes cantidades del producto, consecuencia de la evaporación natural del petróleo que aflora en dicho lugar a través de fracturas en las estratos.

Los indígenas explotaron en vasta escala el copé como, ellos llamaban a la brea, y como ésta se presentaba en estado líquido, terminaban la evaporación en ollas de barro de las que quedaban como testigos, innumerables restos, que llegan a formar montículos importantes, y que dan la medida de la intensidad de la antigua explotación. El copé era utilizado principalmente en la impermeabilización de los receptáculos de barro, en el embalsamamiento de las momias, y en otros usos. La Brea explotada en dicho lugar se iba renovando a medida que se explotaba, por lo que no es posible hacerse una idea exacta de la cantidad que ha podido extraerse; pero los restos mencionados y teniendo en cuenta la capacidad de cada receptáculo tanto en contenido como en producción de aceite evaporado, es posible que en La Brea se hayan tratado algunos cientos de miles de toneladas de petróleo espeso en el curso de muchos siglos.

Pero ninguna de esas emanaciones u “Oil Secpages” suscitó el deseo de extraer petróleo en cierta escala, hasta que la demanda del producto no fuera lo suficientemente importante y esto aconteció en cuanto se conoció en el Perú el uso del kerosene por su utilización en el alumbrado; es decir en el año 1861 en que llegó de Estados Unidos el primer barril de kerosene. Después vino a aumentar la  demanda de petróleo su empleo como combustible, y sólo al fin del siglo XIX con la invención del motor de explosión el petróleo por sus múltiples aplicaciones, comenzó la revolución en la industria moderna, y por su empleo fue el auge que constatamos de año en año sin poder prever cuando llegará a su apogeo.